CIUDAD DE PUEBLA, Pue. El gobierno de Puebla informa, con base en el más reciente reporte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), que el volcán Popocatépetl registró 33 exhalaciones y mil 359 minutos de tremor.
El semáforo de alerta volcánica se mantiene en Amarillo Fase 2; la administración estatal exhorta a respetar el radio de restricción de 12 kilómetros alrededor del cráter.
Los municipios con registro de caída de ceniza, con corte a las 06:00 horas de este 14 de marzo, son: San Nicolás de los Ranchos, Nealtican, San Gregorio Atzompa, San Jerónimo Tecuanipan, Huejotzingo, San Lorenzo Chiautzingo, Juan C. Bonilla, Xoxtla, Coronango, Puebla, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula, Cuautlancingo y Amozoc.
La Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial informa que, también a las 06:00 horas de este 14 de marzo, no fue satisfactoria la calidad del aire en la zona metropolitana de Puebla, como resultado de la concentración de partículas PM 10, asociadas a la ceniza volcánica.
De acuerdo con las previsiones, un cambio en la dirección del viento redirigió la ceniza hacia la zona metropolitana; mientras que el municipio de San Martín Texmelucan salió del estatus de “mala calidad”.
Las estaciones de monitoreo ubicadas en San Martín, Atlixco y Tehuacán registraron calidad de aire “regular”. La dependencia mantiene el exhorto para reducir la movilidad y no realizar quemas agrícolas, de llantas o residuos.
En tanto, la Secretaría de Salud informa que, en las últimas 24 horas y derivado de la constante actividad del volcán Popocatépetl, 14 personas acudieron a recibir atención médica por rinitis alérgica en los Servicios de Salud del estado, lo que dio un total de 54 consultas por afectaciones debido a la caída de ceniza.
La dependencia cuenta con 84 unidades médicas localizadas en los alrededores del volcán, en donde se otorga atención a las y los poblanos que presenten molestias derivadas al material volcánico.
La Secretaría de Salud recomienda a la población lavarse las manos frecuentemente para evitar la propagación de gérmenes y partículas de ceniza que puedan causar enfermedades.